Me contó tiempo atrás un cliente, Eduardo del Corral, sobre una web curiosa.
Resulta que hicieron una especie de experimento divertido con objetos.
Un tipo compró un montón de cosas inútiles por ebay.
Cosas que no servían para nada.
Por ejemplo, un plátano de plástico por 0,2 dólares.
Bien.
¿Qué hizo con ese plátano de plástico?
¿Viajar a Gibraltar y dárselo a un mono?
¿Se lo comió él?
Nada de eso, le escribió una historia.
Al plátano.
Ya hace falta ser friki para escribirle una historia a un plátano.
O no.
Porque le escribió una historia, lo subió de nuevo a ebay y lo vendió por 70 dólares.
Este es solo un ejemplo de los muchos que hizo el tipo ese.
No sé cómo se llama ni su web, pero anda por ahí en internet.
Entonces, si un plátano de plástico puede aumentar tanto su valor con una historia…
¿Puede aumentar el valor de nuestra marca personal, empresa, producto o servicios una buena historia?
Pues sí.
Y eso no lo digo yo y no lo podemos discutir.
Sí es sí.
Aumenta y ya está.
Y si sabes utilizar las claves, las teclas, qué puntos debes tener en cuenta antes de escribir, pues mucho más todavía.
Dicho todo esto, si no utilizas el poder de las historias para vender….
estás perdiendo dinero.
Es lo que hay.
Por cierto, en la masterclass hay una carta de ventas, una parte de la carta y los datos para ir a visitarla, que escribí para web que no es la mía.
En dicha carta, apliqué el ángulo David y Goliat para causar impacto emocional en el lector.
También explico los motivos por los que hice lo que hice y cómo podrías hacerlo tú.
Está, concretamente, en la página 21.
Tener este recurso en nuestra forma de comunicar es muy interesante porque casi siempre somos David.
Casi siempre hay algo más fuerte que nosotros.
Una empresa.
Los mares.
La montaña.
La vida.
El amor.
Tú.
Ahora, saber utilizar las palabras para vender, siempre te hará mucho más grande.
Si te interesa, es aquí:
Isra Bravo