En Bob Esponja, mi nueva serie muy favorita que me descubrió mi pequeña, hay un personaje que se llama Larry la langosta.
A ver.
Esto es importante.
En uno de los capítulos aparece Larry sobre una moto.
Y Larry tiene todo lo que cualquier langosta querría tener.
Es fuerte.
Es valiente.
Es aventurero.
Divertido.
Popular.
Rico…
Cuando aparece con su moto, todas las langostas mujer (a ver si me aclaran desde el Ministerio de igualdad si Larry en realidad es un langosto o qué cojones es), suspiran.
Oh
Y, claro, Bob Esponja y su amigo Patricio se dan cuenta de que ser Larry mola más que ser ellos.
Quieren ser fuertes y valientes y aventureros y divertidos y populares y ricos.
Y gritan, ¡quiero ser como Larry!
¡Quiero ser como Larry!
Dan saltos y dicen….
¡Quiero ser como Larry!
¡Quiero ser como Larry!
Bien.
Ayer estaba viendo un vídeo en youtube de gente del marketing en un evento, y había un montón de gente que quería ser como Larry la langosta.
Y ya sabes que cuando la gente va en grupo suele comportarse como si no tuvieran dos dedos de frente.
Es lo que hay.
Esto no admite discusión alguna.
No es mi opinión no solicitada de hoy. Es una realidad inalterable.
La gente en grupo se suele comportar como si quisieran ser Larry. No piensan.
¡Quiero ser como Larry!
¡Quiero ser como Larry!
Madre mía.
Entonces a mí una vez me dieron un consejo muy bueno, que decía que procurara juntarme con gente más lista que yo, que para tonto ya me tenía a mí.
Y mira que eso es muy cierto.
Así que todas esas personas que entran en avalancha a ganar dinero con el copywrintig, con el SEO, con ser loser de ventas… con lo que sea.
Pues hacen muy bien en intentarlo, es más, si te interesa deberías intentarlo y si lo intentas de verdad es casi seguro que lo logras.
Pero si te pasas el día en grupos y rodeado de gente que sabe menos que tú, pues lo mismo crees que estás avanzando.
Y casi seguro que no.
Bueno, en mi curso no hay grupos privados y no enseño a ser Larry la langosta.
Enseño otras cosas.
Está basado en mis razonamientos, en mis experiencias y en mis fracasos. Grandes, como deben ser los buenos fracasos.
No es un curso que le haya traducido a nadie al que no cito.
Y atiendo personalmente el soporte.
El becario que hizo el curso el mes pasado, no lo atiende.
Porque en mi curso no enseño a ser Larry la langosta.
Enseño otras cosas y para verlas mira aquí:
Isra Bravo