Mira.
Tengo un colega en el barrio que tiene 63 años y no ha trabajado en su vida.
Te cuento,
Resulta que mi colega, que tiene un perro que se llama Florentino, es hijo único y su padre murió cuando él tenía 16 años.
Su padre era muy rico. Mucho.
Pues mi colega, el dueño de Florentino, dejó todo el dinero en las acciones que tenía el padre para que le dieran dividendos. Fue listo, mantuvo una vida tranquila y no ha tenido que trabajar nunca.
Ahora tiene más dinero gracias al interés compuesto del dinero y esas cosas.
Este hombre se levanta todas la mañana a las 10:00h, baja a tomarse un café con un zumo, y se va a “pillar olas”. Se dedica a surfear todas las mañanas. Da igual el clima, va todos los días a surfear. Dos horas.
Después se va con su mujer y con su hijo a comer, que tampoco trabajan, y por las tardes lee, va al cine, sale a tomar un vino o lo que le parezca.
Las tardes son libres, su “trabajo obligatorio” es pillar olas con la tabla.
Y el otro día, tomando una cerveza frente al mar, él después de surfear y yo de trabajar, me comentó…
-¿Sabes lo mejor de no tener que trabajar nunca?
Le miré y le hice un gesto de esos con el cuello esperando respuesta…
-Que cuando alguien me pregunta a qué me dedico y digo que a nada, me miran como si el desgraciado fuera yo. Jajajajajajajaj
Me contagió la risa. Allí los dos descojonados.
Otra cosa, en mi boletín de junio que deja de imprimirse el día 30 (va junto al curso de email marketing y para los suscriptores de pago) te enseño una manera de vender con el email que cuando se la conté al dueño de Florentino me dijo…
-Qué bueno, eso sería ideal para vender tablas de surf… bueno, en realidad valdría para vender cualquier cosa.
-Cierto, vale para vender cualquier cosa.
Isra Bravo