A mí hay algo que me fascina.
La teletienda.
Me vuelve loco.
Los anuncios de la teletienda son tan buenos que hacen lo siguiente, mira…
Pueden atrapar tu atención sobre un producto que no te interese lo más mínimo.
Pueden hacer que quedes mirando la tv medio gilipollas a las 03:00h
Te repiten las cosas 50 veces (como debe ser).
Son capaces de hacerte pensar que lo mismo, esa fregona súper absorbente, es una gran oportunidad, aunque no hayas fregado en tu vida.
Y son capaces de hacerte sentir todo eso, cuando sabes que es puro humo y 10 minutos antes estabas a punto de dormirte en tu sillón.
Un aplauso.
Mi más sincera enhorabuena.
Bien.
Ahora vamos a ver el poder de la demostración y porqué deberías aplicarlo a tus textos.
Tengo un montón de anuncios de la teletienda en la cabeza, por ejemplo, el de la supermopa del que hablaba en el audio de ayer.
La super-mopa no era una fregona cualquiera, era la fregona más absorbente del mundo.
¿Y qué hicieron para demostrarlo?
¿Cogieron una plantilla?
¿Dijeron que nos iban a enamorar con su fregado?
¿Dijeron que era una fregona multidisciplinar?
Nada de eso…
El tipo del anuncio, metió la fregona en un cubo lleno de agua y la dejó unos segundos mientras le decía a una chica…
“Verás lo que absorbe esto…”
Jajajajaj
Sacó la fregona, se dirigió al público que estaba en el plató y empezó a agitarla sobre sus cabezas…
Con ganas, insistiendo.
¿Qué hizo la gente?
Exclamar cosas como “¡oh Dios mío, no me ha caído ni una gota!
¡No me lo puedo creer, parece magia!
¡Nunca vi nada igual!¡Esto sí es una verdadera fregona absorbente!”
Bueno.
¿Cómo se llama eso?
El poder de la demostración.
¿Saber aplicar es rentable?
No voy a tratar de convencerte, es demasiado obvio lo extraordinariamente rentable que es.
¿Y cómo hacer eso con nuestros textos?
Eso es lo que enseño este mes a mis suscriptores.
Fecha límite el 29 de febrero.
Isra Bravo