Durante estos años he recibido muchas formaciones en ventas y la mayoría de ellas, bastante mediocres.
La situación no es fácil cuando se quiere vender.
Me explico:
De pequeños nadie nos enseña.
Ni nos incentivan espíritu empresarial.
Tampoco nos enseñan a manejar nuestro dinero, no recibimos una mínima lección económica que tanta prosperidad podría traer a nuestras vidas.
En fin, que el sistema educativo infantil está en manos de políticos torpes, sectarios y subnormales.
Luego, cuando eres algo más mayor, si te interesas por el mundo de las ventas, ya sea por cierta vocación o por no tener otra cosa (las crisis siempre han sacado mucha gente a vender a la calle y por eso mucha gente asocia el trabajo comercial con cierto fracaso) es cuando te enseñan a vender.
¿Pero qué pasa?
Que las formaciones son, en general, malas.
Te enseñan muchos protocolos para que repitas lo que hacen todos.
Y la venta no es ir con guiones, no creo en eso, aunque sean un apoyo, yo creo en interiorizar conceptos.
Si interiorizas conceptos, vendes cualquier cosa.
Buenos conceptos de persuasión. Y luego, aplicarlos con más personalidad que un albaricoque.
Pero volvamos al principio.
La situación no es fácil cuando la gente quiere vender por primera vez.
Y comete errores garrafales. Que cuestan años para recuperar o directamente se cierra el negocio.
Sin embargo, el concepto más importante que debe conocer cualquier persona que quiera vender cualquier cosa, está a tu alcance.
Si sabes eso, ya lo tienes todo.
Lo demás, será practicar y ser algo más valiente que un cervatillo en el bosque.
¿Quieres saber qué es?
No conozco ni una sola persona que interiorice eso y le falten clientes. Ni una sola.
En el curso te lo cuento.
Isra Bravo