Esta tarde voy a dar una charla en Oviedo para antiguos alumnos del IE.
Bueno, a ver, no quiero darme importancia.
En realidad no le puedo llamar charla, ni taller, ni curso, qué va.
Voy a llegar allí a las 18:00h y responderé a cualquier cosa que me pregunten.
Son antiguos alumnos del IE y el perfil es variado, habrá abogados, ingenieros, empresarios, no sé, para hacernos una idea.
Y hablé con David, el organizador del evento y le dije:
“David, no voy a preparar la ponencia, llegaré allí e improvisamos.
Al fin y al cabo no sé si tienen interés en aprender email marketing, sobre cartas de ventas, si quieren utilizar el copywriting para ligar… en fin, que no lo sé”
Normalmente, cuando doy un curso o me llama una empresa, estudio profundamente la audiencia y la temática, sé lo que buscan.
Pero cuando no lo sé, como es este caso, preparar una ponencia me parece pretencioso y aburrido.
No puedes ir a un sitio y ponerte a contar cosas que lo mismo no le interesan a la gente lo más mínimo.
Tienes que adaptarte e improvisar, como el Jazz.
Bien.
Una cosa que seguro contaré es cómo entrar en la mente de tu potencial cliente de manera sencilla. Pero de manera sencilla, sencilla.
Si esta tarde no vienes a la charla no pasa nada, lo tienes en la página 23 de mi curso.
Otra cosa que seguramente les cuente, (esto no es seguro, depende de las preguntas y esas cosas, ya sabes) es cómo podemos aplicar a nuestros textos las enseñanzas del que dicen ha sido el mejor negociador del mundo, Jim Camp.
Eso está en la página 55.
Cuando aprendes cómo aplicar eso, dejas de preocuparte por tener clientes o no tenerlos.
Lo único es seleccionar qué proyectos te gustan y cuales no.
Eso si, no es una plantilla ni lo aprenderás en 7 minutos.
Requiere tiempo, cabeza e implementar sin miedo.
Lo cierto es que el curso está lleno de enseñanzas para la gente dispuesta a implementar.
Bueno, te dejo que la charla es a las 18:00h
Isra Bravo