Cuando empecé con la web, tenía poco dinero. Se puede decir que estaba al límite.
Son circunstancias que no vienen al caso, pero dinero, muy poco.
Vértigo, muy mucho.
Gente a la que quieres más que a tu vida que depende de ti y tú no sabes cómo vivirás el mes siguiente, quizá conozcas ese vértigo.
Madrugadas en el salón, solo, a oscuras, pensando qué hacer con la vida…
si marcharte a otro país y llevar tu fracaso donde no te lo señalen, si volver al polígono a descargar camiones o, simplemente, admitir que todo lo que pretendías lograr no era para ti.
Que te engañaron. Que te engañaste. Que fracasaste.
Ya sabes cómo son esas noches de insomnio con la soga al cuello. Golpean duro en la cabeza.
Lo poco que tenía decidí invertirlo en publicidad y a todo el que llegaba le recibía con muchos emails.
Lo hice por tres razones.
-Sabía lo poderoso que era, pues había llevado cuentas de empresas con anterioridad.
-Sabía lo barato que era.
-Y sabía que si quería que alguien inteligente contratara mis servicios (puestos a elegir, mejor tener clientes listos que no al revés), la mejor forma de mostrar mi dominio de la herramienta era, demostrarlo.
Sin duda, es lo mejor que pude hacer por mi negocio. Mandar emails ofreciendo mis servicios.
Así de «complicado». Así de «misterioso». Así de «secreto».
Me cuesta entender que alguien contrate los servicios de una agencia o copywriter para que le lleve su canal de email marketing… cuando ellos no mandan apenas emails.
Es muy raro.
Mucho.
Bueno, yo no estoy aquí ofreciendo mis servicios para escribir emails en ningún caso, simplemente lo comento.
¿Quieres contratar a alguien que te lleve el email marketing?
Pues mira a ver alguien que mande muchos emails y que lleves 15 o 30 o 60 o 300 seguidos leyendo sus correos.
Si hace eso contigo es posible que lo haga con tu audiencia y es muy, muy probable, que eso se traduzca en ventas.
No es seguro, claro, intervienen más cosas, pero muy probable.
Es tan sencillo como eso.
En fin, que lo mismo yo estoy loco y si quieres aprender a bailar es mejor contratar a uno que diga que le gusta mucho el baile pero no se levante del sillón en vez de alguien que baile todos los días y lo estés viendo.
Bueno, vendo un curso de email marketing.
Y te enseño cómo escribir mails que la gente quiere recibir, quiere leer y quiere comprar.
Otra cosa, el curso sube bastante de precio el día 20.
Isra Bravo