Cuando tenía 13 años estaba con mi amigo Néstor.
Fuimos a pasar un fin de semana a casa de su abuela.
Salimos por el pueblo para dar un paseo.
Como éramos novedad las mozas nos querían conocer y los mozos nos querían dar de hostias.
Todo en orden.
Nos alejamos un poco del centro y nos metimos en un bar sucio con más cucarachas que clientes.
Una de las cucarachas se puso encima de un trozo de tortilla de color anaranjado. Se quedó allí con sus patas alargadas y negras.
Parecía una naranja con una onza de chocolate pero era tortilla con cucaracha.
Podía notar como la cucaracha deslizaba su cuerpo sobre la rugosa superficie de la entumecida y grasienta tortilla mientras le daba pequeños mordiscos.
Casi podía sentir esos mordiscos en mis piernas y sus patas muy rápidas buscando mi cuello, mis orejas…
Un copywriter correcto de plantilla dominical diría…
“esta tortilla no es para ti si… no estás dispuesto a tomar riesgos”…
o alguna otra frase “irresistible”.
La miré, luego miré al dueño, el dueño miró la cucaracha, me miró a mí y me dijo:
-¿Quieres comer o quieres beber?
Antes de poder abrir la boca Néstor dijo:
-Dos pacharanes, por favor.
Yo nunca había bebido. Tenía 13 años. Néstor igual. Pero éramos grandes, con barba cerrada y parecíamos mayores.
En todo caso, el dueño de aquel antro no parecía demasiado preocupado por nuestra edad.
En realidad no parecía preocupado por nada.
Bien.
Nos bebimos 6 o 7 pacharanes.
Salimos tan borrachos que nos fuimos a dormir al río.
Cuando nos despertamos Néstor no tenía la camiseta y a mí me faltaba un zapato y la cartera.
Eso nos pasa por beber sin conocimiento. Por no conocer el terreno que pisábamos.
Y sobre perder cosas y faltas de conocimiento.
Si no sabes entrar en la cabeza de tu cliente, pierdes dinero cada vez que escribes.
Aunque sea un simple anuncio en Google o en Facebook. Lo pierdes.
Si sabes, ganas dinero cada vez que escribes.
Aunque sea un simple anuncio en Google o en Facebook. Lo ganas.
Y si hablamos de la web, páginas de ventas o suscripción… ahí ya hay mucho dinero en juego… mucho.
Bien.
Yo no tengo ni idea de si necesitas ganar dinero o no. Ni la cucaracha, ni la tortilla anaranjada, ni yo podemos saber eso. Tú lo sabes.
¿Algo sencillo?
Para que tu cliente lea y compre es suficiente con algo más de conocimiento que dos niñatos de 13 años.
Nada más.
Isra Bravo