Ayer me llegó un chiste al móvil.
A un grupo de esos de wasap que estamos unos cuantos amigos.
Me hizo bastante gracia. Los mismo es muy viejo y ya te lo conoces, no sé.
—Maestro Kin, ¿por qué no mejoro en mi Kung-Fu?
—¿Has visto un atardecer bajo las montañas?
—Claro, maestro.
—¿Has visto el agua golpear las rocas?
—Claro, maestro.
—¿Has visto la luna reflejada en el gran lago del norte?
—Claro, maestro.
—¿Lo ves? Te pasas todo el día tocándote los cojones en vez de practicar.
Jajajajja
Bien.
Esto es como lo de los gurús para que vendas online.
Te dicen que mires el atardecer bajo las montañas, te dicen que mires el agua golpear las rocas, te dicen que mires la luna reflejada en el gran lado del norte…
Y para practicar te dicen que compres sus cursos, que comentes en sus blogs y que hagas networking en sus grupos privados.
O sea, que al final te pasas todo el día tocándote los cojones y no aprendes Kung-Fu.
No sé en qué situación está tu negocio, pero si no acaba de arrancar tienes dos caminos, para resumir:
Uno donde tendrás que ser un pelota, ir mendigando, tratando de ser “famoso” y que te puede llevar años y no conseguirlo.
(Es lógico, ese camino es el elegido por la mayoría y tendrás que competir con auténticos pelotas profesionales y su corte de aduladores. Pero es un camino adecuado si eres un poco incompetente)
Y otro difícil, donde tendrás que tener algo bueno que ofrecer y que vender. Algo que sea más útil que pasarse días, semanas, meses y años persiguiendo gurús.
No es fácil, no va de “fama”, pero hay un montón de gente ahí fuera dispuesta a comprar que eso le preocupa 0.
Si eliges el segundo camino y quieres ser bastante más atractivo, mira aquí:
Isra Bravo