El otro día leí un artículo de un influyente del marketing online.
De aquí, de España.
Era un artículo sobre cómo escribir una carta de ventas.
El influyente que lo escribía no tiene ni idea de escribir cartas de venta.
Pero ni la menor idea.
Y tiene cursos de copywriting.
Con dos cojones.
Así que escribió un artículo sobre algo que no tiene ni idea, para gente que tiene menos idea.
Pues muy bien.
No tener ni idea de algo no solo no es malo, es que es normal.
Ahora, el problema es cuando te da por enseñar eso a los demás.
Eso sí es malo.
Y raro.
Maloraro.
Y al leer el artículo, me gustó uno de sus grandes consejos estrella:
“Nunca jamás puedes pasar por alto una falta de ortografía o una errata. Eso arruinará tus ventas y credibilidad”.
(Oígo grillos, no sé si tú los escuchas también)
Mira.
El otro día me escribió una lectora correctora y me dijo… “pensaba comprar tus cursos pero tienes faltas en la carta de ventas y no me parece serio ni profesional. Así que no voy a comprarlos”.
¿Mi respuesta?
“Haces bien”
Bueno,
cuando Gary Halbert escribía sus magníficas cartas de venta, siempre tenía detrás un ejército de espabiladitos, espabiladitas y espabiladites, para enseñarle cómo se debe escribir.
Y mientras Halbert y sus faltas ganaban millones de dolares, sus correctores corregían por 0,020 centavos por palabra.
Y cuando hicieron pruebas con las cartas de Halbert, siempre las empeoraban.
Es lo que hay.
Dicho esto, tengo un curso de cartas de venta.
No es un curso de corrección, fantástica y respetable disciplina que nada tiene que ver con lo que yo enseño.
Si ver faltas te molesta, no leas.
Si quieres aprender cómo utilizar la persuasión escrita para tus cartas y vender lo que sea que vendas, tengo algo que quizá te interesa:
Isra Bravo