Hablemos de ganar dinero con tu negocio online y los golpes de suerte.
Cuando la luz blanca hospital y las pareces agrietadas de una cocina en la que estás de paso, te recuerdan, a las 3 de la madrugada, que el mes siguiente ni siquiera podrás pagar el alquiler para pasar las noches en vela en esa cocina fría como una sala de autopsias…
Tienes dos caminos.
Uno es el abismo. Ahí espera la locura, impaciente.
El otro es preguntarse qué hostias quiere la gente.
Por que si sabes qué quiere la gente, podrás dejar atrás la cocina autopsia y vivir en una de muebles cálidos de madera y abuela de fondo con su caldo de invierno contando historias.
Y se vive mejor ahí. Mucho mejor.
Es importante saber qué quiere la gente.
Y para eso reconozco que tuve un gran golpe de suerte.
Un día un amigo me enseñó cómo presentaba sus presupuestos, me pareció algo tan feo y tan cutre que lo primero que le pregunté fue que cómo lo presentaban los demás.
Me dijo que igual.
¿Igual?
Y sí, aquello fue un golpe de suerte porque cuando algo tan importante como una propuesta está tan mal presentada, tan mal argumentada, tan mal proyectada y tan mal, mal y más mal…
y cuando encima te dicen que todo el mundo lo presenta igual de mal…
¿No es un golpe de suerte que te lo pongan delante?
A mí me lo parece.
Entonces hicimos algo “loco”, algo distinto.
¿Y qué pasó?
Que la gente empezó a llamar más, que se empezó a cobrar más, que empezaría a tener para el alquiler en cocina autopsia y que pronto podría dejarla.
Aquello fue el comienzo.
Con el tiempo, mejoré mucho, estudié mucho y fallé mucho (el talento está sobrevalorado, aquí gana el que trabaja) pero también empecé a hacer las cosas cada vez un poco mejor.
Y lo aplicaba para mí.
Y se lo enseñaba a empresas.
Y se lo enseñaba a los suscriptores de mi antigua membresía de pago.
Y hoy día, puedo decir sin miedo a equivocarme, que la inmensa mayoría de los negocios de ahí fuera que venden servicios, no prestan la más mínima atención a cómo presentar sus propuestas.
Y verás a los de marketing preocupadísimos por su imagen en RRSS, montando algún meme memo para ver si se hacer viral.
Y les verás analizando un millón de métricas y utilizar anglicismos para ser cool.
Y les verás sonriendo en sus fotos web preguntando que si hablamos.
Y les verás fingiendo que ellos nunca mienten, ni piensan en el culo de la jefa, y que son gente estupenda que come paella los domingos y que reciclan y que todo lo mastican.
Pero no les verás diciendo… vamos a presentar presupuestos que la gente que no nos contrate sienta rabia de no poder hacerlo.
Cojones.
Y eso, justo eso, es lo que enseño en esta Masterclass. A presentar presupuestos que convierten mucho más que la inmensa mayoría y que encima, el cliente te persiga a ti.
Isra Bravo