No hay duda.
La forma en que comuniques determinará cómo va tu negocio.
Ya sea que vendas un libro, un cuadro o alquiles tractores.
Da igual.
Y para comunicar bien, debes recoger todas esas experiencias vitales de tu vida.
Peleas en el colegio.
Cuando te traicionaron o amaron.
Cuando te dijeron que era martes pero resulta que era jueves. O que tú entendiste que era martes.
El rato que fuiste único, quédate con ese instante. Es importante no perder ese instante.
También cuando te abandonaron porque no hay valiente que te soporte…
En fin, ya sabes, la vida con su perfecta imperfección.
Pues hay que recoger todo eso, ponerlo en la cabeza y empezar a comunicar como un ser humano.
¿y por qué hacer esto?
Muy sencillo, porque casi nadie lo hace.
La mayoría hablan de autenticidad detrás de fachadas.
Y no hablo de contar tu vida, ojo con eso.
Hablo de aprovechar los miedos de muchos y empezar a hablar como un ser humano.
Porque hablemos de humanos, hablemos de ellos.
De esa gente tan importante que vive en su mundo.
Hablemos.
Cuando alguien monta un negocio, da igual el negocio, tiene algo claro.
Si las personas fuéramos racionales, solo compraríamos harina, leche, huevos, un abrigo para el invierno, en fin, esas cosas.
Nadie compraría una pluma de 5.000 para tenerla en una caja.
Ni un cuadro de 20.000 para mirarlo 10 minutos al año.
Ni un coche de 50.000 para ir al pueblo que está a 25 km.
Ni siquiera un pantalón si le vale el que utilizaba su hermano hace 10 años.
Y no vale decir… eso son tonterías, la mayoría no compra esas cosas.
Somos así. Quizá tú tengas un bolso hortera que sirve de todo menos de bolso, o unas gafas de sol con las que te crees David Beckham aunque tengas cara de cebolla.
Es lo que hay.
Y el precio no determina nuestras necesidades. Solo determina el dinero que tenemos y el que estamos dispuestos a invertir.
No es lo mismo.
Pocos sueñan con ser dueño de una empresa y ganar 10 millones al año. Es cierto, los sueños no van siempre por ahí.
La gente es más “modesta” o menos ambiciosa.
Pero jamás será tan modesta como para soñar ser el que limpia las letrinas de esa empresa.
Eso seguro que no. Nadie sueña con volar más bajo que todos los demás.
Nadie.
Nadie quiere eso para él, ni para sus hijos, ni para los hijos de sus hijos.
¿Aceptarlo? Claro.
¿Qué sea digno? Más claro.
¿Soñarlo? No jodas.
Y sabiendo eso, entendiendo la más básica de nuestras preocupaciones vitales, pues luego vender es muy sencillo.
Porque las personas estamos diseñadas para caer en sectas y comprar constantemente cosas.
Sin parar.
No podemos dejar de hacerlo.
Entonces, cuando entiendes eso, cuando sabes e interiorizas eso, pues ganar dinero es mucho más fácil.
Pero hay que entenderlo y creerlo de verdad.
Y no es broma, la mayoría no lo hacen.
Bueno.
No sé qué vendes, pero si necesitas ayuda para tus páginas de venta, el módulo I te enseña cómo golpear una base y es una de las mejores lecciones de venta escrita que vas a recibir nunca.
No es una lección superficial. Y puede por ello, que nunca le saques partido.
Ahora, mira con atención ahí y vas a entender muchas cosas.
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Isra Bravo