Te contaré una cosa.
De vez en cuando practico Krav Magá. Hace un par de años iba cuatro días a la semana.
Ahora solo voy a eventos puntuales cuando se juntan los mejores.
Gente de diferentes partes del mundo para dar exhibiciones y enseñarnos cosas.
El club más importante del mundo fuera de Israel está precisamente en Gijón.
Al menos el más importante de Europa.
Se practica de modo crudo. Dando y recibiendo.
Nada de marcar los golpes y luego no dar. Los hostias se dan. Y se dan fuerte.
Entrenamiento militarizado, como hacer dominadas y que te peguen puñetazos en el estomago al mismo tiempo.
Hay muchas chicas ahí. Para aprender cómo defenderse y tener más seguridad.
Es un deporte que practican muchas mujeres.
Son menos fuertes pero suelen ser más intuitivas.
Eso en la calle (el Krav Magá es pelea sin reglas, como te defenderías en un bar del ataque un hooligan tarado) eso muy importante.
Para que te hagas una idea peso 100 kilos y mido un par de metros. No es fácil que nadie me moleste por la calle.
Bueno, creo que no me pasó desde el colegio.
Pues cuando practico Krav Magá con ellas, algunas me han repelido un ataque.
Han sabido salir airosas cuando un copywriter descerebrado que no hace “netwoking” en facebook les intentó hacer daño.
Eso no sería posible sin interiorizar las enseñanzas del Krav Magá.
El Krav Maga les dio la seguridad y los conocimientos suficientes como plantarme cara.
Algunas de ellas pesando la mitad que yo. Literalmente.
Esto te lo cuento porque en mi curso no enseño Krav Maga.
Pero lo mismo te llevas algunas hostias que te vienen bien para tu negocio. No sé.
Al menos eso me han dicho bastantes veces gente que ya lo ha comprado.
Ya sabes, ver algo y pensar… ¿pero cómo podía poner esto así?
o… la cantidad de clientes que he perdido por este detalle…
o… ahora entiendo muchas de las cosas que cuentas en tus mails…
o…
Bien, basta de entrenamiento por hoy. Para pasar a la práctica mira aquí:
Isra Bravo