Hablemos de ventas y hablemos de precios.
Oh
Hace unas semanas quedé con Luis Monge Malo para ir a su programa de radio.
Y después de grabar me invitó a un restaurante que de tan bueno, debería llamarse otra cosa.
Restaurante, no.
Otra cosa.
A ver, si eso es un restaurante, los demás no lo son, y si los demás lo son, eso no es un restaurante, es otra cosa.
Pero no escribo este email para hablar de comida.
Lo hago para hablar de precios.
Una de las cosas que hablamos fue de las tarifas.
Para que te hagas una idea, Luis cobra 3.000€ más impuestos por ir un día a una empresa a dar una charla de ventas.
Y puede subir a los 6.000€ tranquilamente si lo que tiene que aportar requiere de algo más de su tiempo y dedicación.
¿Es caro?
¿Es barato?
Pues mira, no es ni barato ni caro.
Es lo que pide y punto. En su precio.
Y si aporta algo que al llevarse a cabo paga lo que pide, pues gana él y gana la empresa.
Y si lleva años haciendo eso es por algo.
Es fácil de entender.
Pero lo gracioso fue cuando me dijo que recibía alguna vez ataques de sus haters (si no fuera porque tengo tantos les pondría un piso a los míos) diciendo que es mentira que cobre eso.
A ver, bajo este cielo azul y extraño hay, a grandes rasgos, tres tipos de profesionales.
Hay más, pero pongamos tres grupos mayoritarios.
-Los que cobran poco, ya sea porque son malos o porque no saben venderse.
-Los que cobran medio, ya sean porque son normales o porque no saben venderse.
-Los que cobran alto, ya sea porque son buenos y además saben venderse.
En los grupos de cobrar poco o medio, puede haber gente muy buena, pero que no sepa venderse.
Esto pasa de toda la vida de Dios.
Vale, sigo y acabo.
Si uno cobra poco o normal y quiere subir a precios que harían llorar de emoción al Director de su banco, lo primero que tiene que hacer es dejar de hacer el gilipollas y asumir que existe gente que cobra muchísimo por hacer lo que otros están malvendiendo o regalando.
Esto es así.
En España, aunque alguno no quiera entenderlo, hay gente que escribe “cartas de venta” por 300€ y gente que no escribe cartas de venta por menos de 10.000€.
Ya está. Quien lo entienda bien y el que no, también. Eso no cambiará la realidad.
Al igual que hay gente que regala sus consultorías o da tres horas por 57€, y gente como Luis que por menos de 3.000 no toma café en tu empresa ese día.
Y lo que hace la gente inteligente que está en el rango bajo es mirar cómo subir en vez de negarse una evidencia que solo les perjudica a ellos.
Bueno.
En mi curso de copywriting enseño copywriting.
No hay promesas de riqueza, ni de vida de sueños (el tuyo podría ser viajar y para mi eso es una pesadilla) ni de ser un referente antes de que te llegue la comida china que pides esta noche.
Nada de eso.
Es un curso de copywriting. Es para vender y venderse.
Y es bueno.
Isra Bravo