Hace unos años, trabajé vendiendo por teléfono.
Vendí bastantes cosas diferentes.
Seguros,
teléfonos,
formación…
en fin, muchas cosas.
En varias de aquellas empresas de tele-marketing, nos daban unos guiones bastante cutres, que servir no servían de mucho, la verdad.
El rechazo me hacía sentir bastante mal. Quiero decir, llamar y que te cuelguen, que te llamen pesado y esas cosas, pues hubo una época en que me afectaba.
Con el tiempo entendí que a mucha gente le incomoda vender porque en las propias empresas no tienen ni idea de formar a la gente en tareas de ventas.
De formarles en lo persuasivo de su trabajo, en divertirse y en sentirse bien vendiendo.
Vender es lo más divertido del mundo y si sabes hacerlo, ganarás más dinero del que posiblemente ganes haciendo cualquier otra cosa.
Bueno, que me enrollo.
Por suerte, no todo el mundo es así y también aprendí cosas muy buenas de gente muy, muy buena.
Por ejemplo, cómo hacer un buen seguimiento y que las personas no solo no estén molestas con tu llamada, sino que estén deseando que la hagas.
Vale, yo entiendo que habrá gente que piense: “eso no es posible, ¿cómo puede haber alguien que quiera recibir una llamada comercial?”
Pues es posible, a mí me enseñaron cómo hacer eso y ahora yo se lo enseño a quien tenga interés.
¿Dónde?
Pues a partir de la página 10 de mi formación de abril.
A ver, esto no es un curso de llamadas telefónicas, simplemente es un sistema que te permite incorporar las llamadas después del email para vender mucho más.
El ángulo es tan sencillo y tan efectivo que, posiblemente, te animes aunque seas una persona muy tímida.
La fecha límite para recibir esta formación es el día 30 y tienes que ir aquí:
Isra Bravo