El otro día leí algo divertido.
Sobre nuestra percepción del color.
Mira.
En nuestra retina tenemos dos tipos de células. Conos y bastones.
Los conos son 6 millones y nos permiten ver diferentes colores y tonalidades.
Los humanos tenemos tres tipos de conos.
Bien.
Los científicos han descubierto que un 12% de las mujeres tienen un cuarto tipo de cono.
Oh
Y que por eso las mujeres matizan los colores mucho mejor que los tíos
Así que cuando un tío ve morado, una mujer puede ver…
…morado ciruela, morado carmesí, morado berenjena, morado orquídea, morado lavanda y así.
El tío ve morado. La tía ve 300 morados.
¿Es útil?
No sé, pero mola.
Te cuento esto porque hace poco me escribió una chica que vendía trajes de novia.
Online.
Iba a la casa de sus clientas, tomaba medidas, escuchaba gustos y daba un servicio integral.
Quería cambiar los textos de la web porque tenía clientas, pero no del tipo que buscaba.
Buscaba un perfil medio alto. Vender servicios premium. Una decisión inteligente, aunque no es para cualquiera.
Me comentó que hizo un curso que le prometía poder subir los precios, que lo siguió al pie de la letra, pero no cambió nada.
Normal. La mayoría de los que venden esos cursos no venden servicios premium.
Lo evidente es que cliente mediocre somos cualquiera de nosotros en algún contexto.
No existe persona que no tenga potencial para ser un cliente mediocre y coñazo.
Sin embargo, no todos llevan dentro un cliente premium.
Un porcentaje de la población (bastante más alto del que suponemos) es un premium. Aunque no todos.
Y como el 12% de las mujeres, el premium también tiene un cuarto tipo de cono.
Ve cosas que el mediocre, no ve. Siente cosas que el mediocre, no siente.
Ahora, lo que tienes que hacer es que lo vea y que lo sienta.
Se le habla de una manera concreta (si es con reverencias y pose complaciente, es fácil convertirlo en mediocre). Y se le persuade de manera determinada.
En definitiva, el cliente premium ve un montón de morados.
¿Y cómo se los enseño?
Isra Bravo
